El juez investiga el dinero en metálico del PSOE

Ni el caso Ávalos ni las comparecencias en el Senado han cerrado el frente judicial del PSOE.
El juez Leopoldo Puente, que investiga las presuntas irregularidades económicas en torno al llamado caso Koldo, ha puesto ahora el foco directamente sobre la sede de Ferraz y su manejo del dinero en efectivo.

Según el auto, existen indicios de que el partido pudo usar compensaciones de gastos para blanquear fondos de origen irregular.
En concreto, se apunta a que algunos cargos recibían dinero en metálico sin que hubiera control real sobre quién solicitaba la devolución o si el pago se hacía en efectivo o transferencia.
Una práctica que, de confirmarse, rompería por completo el relato de “transparencia absoluta” que el PSOE defiende desde el inicio del caso.

El juez investiga el dinero en metálico del PSOE

Los 90.000 euros que levantaron sospechas

El detonante fue la declaración de Carmen Pano, una empresaria que aseguró haber entregado 90.000 euros en efectivo en la sede del partido.
Esa confesión encendió todas las alarmas. El juez recuerda que existen pagos “no contabilizados” y que incluso el propio Koldo García, exasesor de Ábalos, pudo haber recibido más dinero del que figura en los registros.

Puente no da por hecho el blanqueo, pero sí señala una falta total de trazabilidad del dinero: nadie ha podido explicar de dónde salía el efectivo ni quién lo controlaba.
Por eso, ha pedido a la Audiencia Nacional que investigue los movimientos financieros del PSOE, mientras él continúa con la parte que afecta directamente al exministro José Luis Ábalos, que goza de aforamiento.


El Gobierno responde con tranquilidad forzada

Desde Moncloa intentan rebajar el ruido.
Tenemos la trazabilidad de todos los pagos”, dicen fuentes del Ejecutivo, que aseguran haber entregado toda la documentación al juez y al Tribunal de Cuentas.
El mensaje oficial es claro: no hay sobresueldos, solo devoluciones de gastos a los cargos del partido.

Sin embargo, el tono de “tranquilidad absoluta” no convence a todos.
Dentro del PSOE, varios dirigentes reconocen que el daño reputacional ya está hecho, especialmente tras las imágenes de Sánchez enfrentando al PP en el Senado mientras este escándalo crecía en paralelo.


El PP aprovecha el filón

Desde Génova no han perdido un segundo:
“El juez dice que no queda acreditado ni el origen ni el destino de los fondos. Que había un descontrol absoluto en los pagos del PSOE”, denuncian.

El discurso popular es claro: mientras el Gobierno acusa al PP de usar la corrupción como arma política, Sánchez y los suyos acumulan explicaciones pendientes.
En palabras de un portavoz del partido:

“Sánchez mintió y ahora está preparando su defensa judicial. Las pruebas están ahí.”

Incluso insinúan que podría haber un “segundo asalto” y volver a llamar a Sánchez a declarar si la investigación avanza.


Ferraz en modo contención

En el PSOE ya se han acostumbrado a convivir con las crisis judiciales como si fueran incendios controlados: se apagan los focos, se niega la gravedad y se busca pasar página.
Pero esta vez la línea de defensa se complica.
No se trata de una empresa pública o un intermediario, sino del propio corazón del partido.

Las preguntas del juez —¿quién manejaba el efectivo?, ¿de dónde salía?, ¿y se usaron esas liquidaciones para blanquear dinero?— no son menores.
Si se demuestra que el flujo de dinero irregular pasó por Ferraz, la onda expansiva podría ser mucho mayor que la del caso Koldo.


Un laberinto difícil

El PSOE intenta proyectar serenidad, pero el caso Ferraz ya ha tocado la fibra del poder.
Por ahora no hay pruebas concluyentes de delito, pero sí un patrón inquietante: pagos sin control, dinero en efectivo y explicaciones que no cuadran.

El juez Puente ha abierto una puerta que, de cerrarse, limpiaría el nombre del partido…
pero si se abre del todo, podría revelar la cara más opaca del socialismo moderno.

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