Mallorca advierte sobre la llegada masiva de cruceros y su impacto ambiental
Con la temporada alta a la vuelta de la esquina, el puerto de Palma de Mallorca se prepara para recibir un número récord de cruceros en 2025. Sin embargo, esta afluencia turística ha reavivado el debate sobre su sostenibilidad. Vecinos, ecologistas y expertos en urbanismo alertan sobre el impacto que la llegada masiva de estos buques puede tener en el medio ambiente y en la calidad de vida de los residentes. En este artículo explicamos los puntos clave del problema y las medidas que se están valorando.
¿Cuántos cruceros llegan a Palma y por qué preocupa?
Durante 2025, se espera la llegada de más de 600 cruceros al puerto de Palma, con picos de hasta seis barcos diarios durante los meses de verano. Estas cifras superan las de años anteriores y colocan a Palma como uno de los destinos con mayor tráfico de cruceros del Mediterráneo.
La preocupación surge por varias razones:
Impacto sobre el ecosistema marino: fondeos descontrolados y vertidos pueden afectar a la biodiversidad costera.
Contaminación del aire y del agua: los grandes cruceros emiten óxidos de nitrógeno, azufre y partículas finas, incluso mientras están atracados.
Presión turística sobre la ciudad: en pocas horas, miles de personas desembarcan simultáneamente, saturando el centro histórico y los servicios públicos.
¿Qué dice el Ayuntamiento y qué medidas se han propuesto?
Desde el Ayuntamiento de Palma se ha insistido en la necesidad de equilibrar el turismo con la calidad de vida y el entorno. Algunas de las medidas que se están valorando o implementando son:
- Limitar el número de cruceros por día, como ya se intentó en 2022 con un máximo de tres barcos diarios.
- Establecer turnos de llegada escalonada para evitar la masificación simultánea.
- Fomentar cruceros más sostenibles que utilicen combustibles menos contaminantes o se conecten a la red eléctrica del puerto.
- Mejorar la gestión del flujo turístico con rutas más dispersas y mayor presencia de transporte público.
¿Qué opinan los vecinos y colectivos ciudadanos?
La Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma, junto a colectivos ecologistas como GOB, han sido especialmente críticos con el modelo actual. Consideran que la ciudad está siendo «utilizada como decorado» para un turismo exprés que deja poco beneficio económico real y genera molestias constantes.
También alertan del riesgo de convertir el centro de Palma en un espacio exclusivamente turístico, lo que dificulta la vida de los residentes, encarece los precios y acelera la gentrificación.
¿Existe una solución a largo plazo?
Expertos en urbanismo y sostenibilidad coinciden en que el turismo de cruceros no desaparecerá, pero debe gestionarse con más rigor. Entre las propuestas a largo plazo destacan:
- Apostar por un turismo de calidad más que de cantidad.
- Exigir requisitos ambientales estrictos a las navieras.
- Invertir en infraestructuras portuarias que minimicen el impacto.
- Implicar a la ciudadanía en la toma de decisiones.
El equilibrio entre economía local y sostenibilidad será clave en los próximos años.
Los cruceros en Palma de Mallorca
Mallorca afronta un reto cada vez más urgente: cómo mantener su atractivo turístico sin sacrificar el bienestar de sus habitantes ni su entorno natural. La llegada masiva de cruceros en 2025 obliga a repensar el modelo turístico y a buscar soluciones reales que beneficien a todos.
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Me interesa la sociedad cuando se rompe, se queja o se reinventa. Escribo sobre lo que afecta a la gente que no suele salir en portada.